diciembre 01, 2009

Tukki, la huella ambiental

La Fundación IPADE estrenó hace algún tiempo "Tukki, la huella ambiental', un documental que muestra cómo la desertificación, la sobrepesca, la deforestación o el cambio climático obligan a miles de senegaleses a emigrar desde el sur del país a la capital, Dakar.

Sin duda, este documental no pasa de moda. Trata un tema que cada vez adquiere mayor trascendencia, como lo es la migración ambiental producto de los cambios bruscos que los mismos humanos hemos provocado en el ambiente.


Tukki, la huella ambiental

"Tukki", que significa viajar en wolof, refleja el viaje que se ve obligado a emprender un joven senegalés desde su aldea, situada al sur del país y cercana a Tambacounda, ante la degradación del suelo y la deforestación que sufre su entorno. Su destino, al igual que el de miles de senegaleses que también abandonan sus lugares de origen en las zonas costeras del suroeste, le lleva hasta Dakar, dónde espera encontrar una alternativa de desarrollo. Y desde Dakar quién sabe...

Dakar, Kolda y Ziguinchor han sido algunos de los lugares de rodaje de este documental que quiere dar voz a los grandes olvidados: los desplazados por causas ambientales.

EL CONTINENTE AFRICANO, UNO DE LOS MÁS CASTIGADOS POR LAS MIGRACIONES AMBIENTALES

Las migraciones por razones ambientales se convertirán en uno de los principales problemas políticos de este siglo XXI: un fenómeno complejo con respuestas políticas que actualmente tienden a centrarse más en el impacto de las catástrofes naturales repentinas que en las consecuencias a largo plazo de la degradación ambiental.

Actualmente hay
25 millones de desplazados por causas ambientales y se estima que el 10% de los movimientos de población estaría motivado por factores ambientales (informe “Cambio Ambiental y Escenarios de Migración Forzada” del Instituto de Desarrollo Sostenible y Relaciones Internacionales presentado en la Cumbre de Cambio climático de Poznan-Polonia).

Fenómenos como el cambio climático, la deforestación, la desertificación o el agotamiento de los recursos están provocando ya continuos desplazamientos de población, sobre todo en el continente africano, hacia los núcleos urbanos de sus países de origen. Un goteo de población difícilmente cuantificable, aunque
según las estimaciones de Naciones Unidas el número de desplazados ambientales podría llegar a los 50 millones en 2010 y hasta el 60% de los movimientos migratorios podrían tener su origen en cuestiones ambientales.

El continente africano será uno de los más castigados. El
Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) señala que, sólo en África, podría haber 50 millones de ‘desplazados ambientales’ en 2060. Los pronósticos del catedrático Norman Myers de la Universidad de Oxford apuntan a que en el 2050 habrá 200 millones de migrantes ambientales.

Detrás de estas cifras, hemos encontrado multitud de historias personales a las que damos voz en este documental:

"El río ha envejecido" cuenta Alassane, pescador de gambas en Ziguinchor, mientras Mohammed Cisse, Presidente de la Cooperativa agraria de Kolda, insiste en el problema de "la salinización de los ríos...tierras que la gente iba a sembrar con arroz, estén ahora totalmente abandonadas... Otra dificultad que tiene la gente es la falta de semillas de calidad y aunque la gente trabaje la tierra, el coste de producción hace que no sea rentable...Eso provoca que muchos pueblos estén despoblados y solo se quedan los viejos, que no pueden rentabilizar la tierra tampoco".

El documental muestra también las acciones positivas que, a través de proyectos de cooperación, están ayudando a contener o mitigar el problema. Tampoco hemos querido dejar de lado el papel de la mujer africana, principal motor de la vida diaria, que también tiene que hacer frente al deterioro ambiental:

  • debido al modelo tradicional de distribución del trabajo, las mujeres son responsables de la alimentación, el abastecimiento de agua, la obtención de leña… y por ello dependen más directamente que los hombres de los recursos naturales, recursos que se están degradando o desapareciendo.

  • las mujeres son además responsables en un 90% del cuidado de las personas mayores y de los niños y niñas, lo que complica o más bien impide su desplazamiento ante el deterioro ambiental. Tendrá por lo tanto que permanecer en sus lugares de origen haciendo frente a las dificultades añadidas que supone la migración masculina, un fenómeno que multiplicará aún más las tareas de las mujeres.

No hay comentarios: